lunes, 16 de mayo de 2011

EL TRABAJO POR PROYECTOS DIDÁCTICOS


1. ¿Qué son los proyectos didácticos?
La propuesta didáctica de los programas de estudio de Español 2006, está centrada en el trabajo por proyectos didácticos, con el fin de articular y poner en contexto la enseñanza de las prácticas sociales del lenguaje. Estas estrategias didácticas ofrecen considerables ventajas para la organización del trabajo en el salón de clases. La siguiente serie de actividades tiene la intención de ayudar a comprender lo que son los proyectos y las finalidades didácticas que se persiguen al proponer esa organización del trabajo.
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1.1. Lean el texto “Los proyectos didácticos” que aparece en Español. Programas de Estudio 2006 y contesten las siguientes preguntas:
• ¿Qué tareas hay que realizar antes de decidir los proyectos de un bloque o bimestre?
·         Leer los propósitos estipulados para el gra­do escolar.
·         Leer los aprendizajes esperados para el blo­que o bimestre.
·         Leer las prácticas que integran el bloque en las listas de contenidos y definir el orden en que se trabajarán.
·         Hacer un conteo de las semanas del bimes­tre y definir el número de clases disponible para desarrollar cada práctica.

¿Qué se debe tomar en cuenta para elaborarlos?
·         Elegir la práctica social del lenguaje a par­tir de la cual se elaborará el proyecto. Leer y analizar todas las actividades y temas de reflexión que la integran.
·         Buscar los textos y materiales necesarios en las bibliotecas de aula y escolar, biblio­tecas públicas, hemerotecas o páginas de Internet. Leerlos y analizar su contenido y estructura.
·         Buscar en gramáticas, diccionarios, enciclo­pedias u otras fuentes, información relativa a los textos y temas de reflexión señalados en la práctica; tomar notas y prever algunas secuencias didácticas para trabajarlos.
·         Decidir cuál o cuáles productos de los que se sugieren en la práctica se realizarán, con­siderando el tiempo de que se dispone y el interés de los alumnos.
·         Hacer un listado de lo que considera que sus alumnos deben aprender en esa prác­tica, tomando en cuenta los conocimientos que poseen y lo que se especifica en el pro­grama de estudio (ver de nuevo los apren­dizajes esperados para el bimestre si así se requiere).
·         Leer de nuevo la secuencia de actividades que integran la práctica y decidir qué otras son pertinentes para alcanzar los objetivos de aprendizaje y el (los) producto(s) previa­mente definidos.

• ¿Qué función tienen las secuencias didácticas específicas en los proyectos?
Son la base para ver lo que se desarrollara con el proyecto didáctico y no perdernos de lo que nos interesa lograr.
• ¿Es posible prever algunas secuencias didácticas? Si ¿A partir de qué se pueden prever? A partir de lo que se pretende lograr, planeando algunas actividades.
• ¿Creen que las actividades y los contenidos específicos de reflexión programados les pudieran ser de utilidad para anticipar algunas dificultades?
Si, porque habrá algunas que a lo mejor los alumnos todavía no comprendan bien, pero si se planean ayudaran a que se refuercen, haciendo dos cosas a la vez, por un lado el proyecto y por el otro abordando la temática.
• ¿Cuál es la diferencia entre los proyectos didácticos y los proyectos escolares?
Los proyectos didácticos se distinguen de los proyectos escolares porque se realizan con el fin de enseñar algo; son estrategias que integran los contenidos de manera articulada y dan sentido al aprendizaje; favorecen el intercambio entre iguales y brindan la oportunidad de encarar ciertas responsabilidades en su realización. En un proyecto todos participan a partir de lo que saben hacer, pero también a partir de lo que ne­cesitan aprender. Por eso el maestro debe procu­rar que la participación constituya un reto para los estudiantes.
• ¿Alguna vez han desarrollado algún proyecto didáctico? Si ¿Qué resultados han tenido? No el que esperábamos, porque todavía no sabíamos cómo desarrollar uno, teníamos una noción de planear actividades para una clase, pero esto va más allá de una simple organización de trabajo y grupo. ¿Pudieron integrar el trabajo de los alumnos con los propósitos de enseñanza?
No, falto que pudiera planear bien una secuencia didáctica ello incluye, tener un objetivo a lograr.

1.2. Lean el siguiente pasaje del libro de Delia Lerner.
Es posible articular los propósitos didácticos –cuyo cumplimiento es en general mediato– con propósitos comunicativos que tengan un sentido “actual” para el alumno y se correspondan con los que habitualmente orientan la lectura y la escritura fuera de la escuela. Esta articulación... puede concretarse a través de una modalidad organizativa bien conocida: los proyectos de producción- interpretación. El trabajo por proyectos permite, en efecto, que todos los integrantes de la clase –y no sólo el maestro– orienten sus acciones hacia el cumplimiento de una finalidad compartida: grabar un caset de poemas para enviar a otros niños o para hacer una emisión radial dota de sentido al perfeccionamiento de la lectura en voz alta, porque los reiterados ensayos que es necesario hacer no constituyen un mero ejercicio sino que orientan hacia un objetivo valioso y realizable en corto plazo: compartir con otras personas las propias emociones experimentadas frente a los poemas elegidos [...]
Por otra parte, la organización por proyectos permite resolver otras dificultades: favorece el desarrollo de estrategias de autocontrol de la lectura y la escritura por parte de los alumnos y abre las puertas de la clase a una nueva relación entre el tiempo y el saber.
En efecto, al orientar sus acciones hacia una finalidad compartida, los alumnos se comprometen en la elaboración de un producto –un caset, una carta de lector, etcétera– que resulte satisfactorio y convincente para los destinatarios y para ellos mismos. En consecuencia, están dispuestos a revisar sus producciones para mejorarlas y hacer de ellas un medio eficaz para cumplir con los propósitos planteados. Es así como el compromiso que asumen hace posible que progresen en la adquisición de las estrategias necesarias para revisar y perfeccionar sus propios trabajos.
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Dado que la finalidad que se persigue constituye un hilo conductor de las actividades y que los proyectos se extienden a lo largo de periodos más o menos prolongados, esta modalidad organizativa, además de favorecer la autonomía de los alumnos, que pueden tomar iniciativas porque saben hacia dónde marcha el trabajo, se contrapone a la parcelación del tiempo y del saber.
Es así como se hace posible evitar la yuxtaposición de actividades inconexas –que abordan aspectos también inconexos de los contenidos– y los niños tienen oportunidad de acceder a un trabajo duradero como para resolver problemas desafiantes construyendo los conocimientos necesarios para ello, para establecer relaciones entre diferentes situaciones y saberes, para consolidar lo aprendido y reutilizarlo.
Delia Lerner, Leer y escribir en la escuela:
lo real, lo posible y lo necesario. México, fce/sep, 2001, pp. 33-35.

1.3. Comenten lo siguiente:
• ¿Por qué es importante que los proyectos estén orientados por una finalidad compartida?
Porque si se comparte la finalidad, el resultado será mucho mejor, y así se aprende a trabar en equipo y no solamente un tiene que hacer todo
• ¿Por qué es importante que los proyectos tengan un producto social y comunicativamente relevante para los alumnos?
Porque eso hará que para los alumnos sea interesante, si se les propone algo que tenga que ver con ellos y que sea práctico los resultados serán positivos y habrá mayor participación de los estudiantes en las actividades propuestas.
• Mencione dos ventajas del trabajo por proyectos.

Los proyectos didácticos especifican las acciones y los medios necesarios para alcanzar una meta determinada. Permiten planear las tareas y sus requerimientos, distribuir las responsabilidades entre los participantes, anticipar dificultades y soluciones posibles, así como evaluar cada fase y la totalidad del proceso.
Los proyectos didácticos se distinguen de los proyectos escolares porque se realizan con el fin de enseñar algo; son estrategias que integran los contenidos de manera articulada y dan sentido al aprendizaje; favorecen el intercambio entre iguales y brindan la oportunidad de encarar ciertas responsabilidades en su realización. En un proyecto todos participan a partir de lo que saben hacer, pero también a partir de lo que ne­cesitan aprender. Por eso el maestro debe procu­rar que la participación constituya un reto para los estudiantes.
Organizar un debate sobre un tema de interés general, grabar un programa de radio, producir una gaceta literaria o científica son proyectos que ayudan a los estudiantes a dar sentido a lo que aprenden, a resolver problemas concretos y a compartir sus resultados con los compañeros del salón y otros miembros de la comunidad escolar. De manera adicional, el trabajo por proyectos po­sibilita una mejor integración de la escuela con la comunidad, ya que ésta puede beneficiarse del conocimiento que se genera en la escuela.
El docente es quien define los propósitos di­dácticos de cada proyecto a partir del análisis de las prácticas sociales del lenguaje estipuladas en el programa, los propósitos del grado escolar y los aprendizajes esperados para cada bloque. El maestro puede planear proyectos de diferente duración, calculando cuántos se pueden realizar en el bloque.
Es importante considerar que dentro de los proyectos habrá contenidos que requieran un tra­bajo más sistemático que otros. Para abordarlos será necesario desarrollar secuencias didácticas específicas. Por ejemplo, en la elaboración de un texto, el maestro puede detectar que los estudian­tes tienen dificultades para citar textualmente la información. En lugar de dejarlas de lado, puede dedicarles un tiempo, abundar sobre la impor­tancia de distinguir entre lo expresado por otros y la propia opinión, y abordar los aspectos de pun­tuación y organización gráfica vinculados con las citas. También puede suceder que los estudian­tes experimenten dificultades con el uso de los acentos ortográficos, la puntuación o los nexos; el maestro puede, entonces, dedicar el tiempo que sea necesario para desarrollar y explicar el conte­nido de manera sistemática.
Las secuencias didácticas específicas consis­ten en una serie de actividades diseñadas con la finalidad de que los alumnos entiendan y siste­maticen los temas de reflexión que les resulten particularmente difíciles. Su objetivo es contri­buir a alcanzar el conocimiento que se requiere para continuar con el proyecto; por eso no de­ben ser tan extensas que desvíen la atención del proceso original. La duración dependerá de las características de los contenidos y del alumna­do. Es el maestro quien decide en qué momento debe hacer un alto en el desarrollo de un pro­yecto para dedicarse a trabajar un contenido mediante una secuencia didáctica específica.
1.4. Comenten sus conclusiones y elaboren un texto en el que se hable de las ventajas del trabajo por proyectos.

2. Análisis y evaluación de un proyecto didáctico
En esta segunda serie de actividades ustedes analizarán un proyecto específico. La intención es que cuenten con elementos que les permitan más adelante elaborar y evaluar proyectos didácticos.
2.1. Lean el proyecto “Los mensajes publicitarios: el arte de la persuasión”, que se presenta en la Antología
2.2. Lean la práctica de tercer grado “Analizar los mensajes publicitarios de diversos medios de comunicación”, en Español. Programas de Estudio 2006.
2.3. Comparen la lista de actividades que integran la práctica del lenguaje que se presenta en el programa y la secuencia de trabajo didáctico que se propone en el proyecto. Respondan las siguientes preguntas:
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• ¿El proyecto incorpora tanto las actividades como los temas de reflexión de la práctica? Si ¿Agrega algún otro? Si agrega alguno, ¿cuál es la razón? ¿Les parece que resulta pertinente?
• ¿Cuáles son las cinco principales tareas que se proponen en el proyecto para trabajar los contenidos de los mensajes, los recursos lingüísticos e imágenes? Lectura de textos publicitarios.
– Análisis de publicidad en diversos medios.
– Elaboración de publicidad y propagandas gráficas para analizar los recursos.
– Organización de un debate sobre el impacto social del discurso publicitario.
– Analizar los mensajes publicitarios de diversos medios de comunicación.
 ¿Cuál es el objetivo didáctico de proponer que los alumnos produzcan mensajes publicitarios? 
Recalcar que la publicidad en general tiene como fin persuadir al destinatario, es decir, llamar su atención para que compre un producto determinado o produzca un cambio en su conducta.
• ¿Les parece coherente la secuencia de actividades que se propone en el proyecto? Si ¿Quitarían alguna que consideren que no es pertinente? No, todas fundamentan el objetivo final que se desea. ¿Les parece suficiente el tiempo asignado para desarrollar el proyecto? Si, sin embargo en muchas ocasiones nunca se respeta ese tiempo y se puede llevar más, por el hecho que a veces hay actividades que requieren de mayor atención de lo que se había planeado.

2.4. Vuelvan a leer el proyecto y centren su atención en las partes donde el maestro interviene. Contesten las siguientes preguntas:
• ¿En qué momentos el maestro proporciona directamente información?
En el momento en que recibe la información de los alumnos acerca del tema, para aclarar ciertos puntos que son importantes y fundamentales.
¿Qué tipo de información da y con qué fin?
Acerca del tema de los medios publicitarios y con el fin de concretar toda la información que se posee y sobre todo de ayudar a los alumnos a cómo deben ser tomados en cuenta.
• ¿En qué momentos interviene para que los alumnos descubran por sí mismo características del lenguaje publicitario? Cuando les pide que lleven ejemplos de mensajes publicitarios ¿Cómo lo hace? Pidiéndoles que elaboren un mensaje con todas las características ya vistas para tomar el papel del medio de comunicación y que tanta es la influencia que tienen sobre las personas.
• ¿Qué retos presenta a los alumnos para que se interesen en la tarea y mejoren su producción?
La elaboración de un mensaje publicitario que atraiga la atención de los consumidores, motivándolos a que realicen un buen trabajo.
• ¿Qué estrategias propone para revisar los textos?
Pidiéndoles que recaten ciertos puntos como:
-Es breve y conciso.
– Es original y atractivo en su presentación.
– Es sugerente en su contenido.
– Es innovador en su vocabulario.
2.5. Compartan en plenaria sus respuestas.

2.6. Lean el texto “Intervención del docente” en el apartado “Enfoque” en Español. Programas de Estudio 2006. Evalúen si la secuencia de actividades y la intervención del maestro, propuestas en el proyecto se apegan a las consideraciones didácticas del programa. Tomen como guía las preguntas que se presentan enseguida y, si contestan afirmativamente, den algunos ejemplos.
• ¿Se considera en el proyecto la interrelación entre lectura, escritura e intercambio oral?
Si, al leer los diferentes mensajes publicitarios, después pueden escribir uno e intercambiar ideas.
• ¿Se proponen situaciones donde los alumnos puedan expresar su opinión, explicar y argumentar?
Si, con los ejemplos que ellos mismos proporcionan hacen que den ejemplos y mediante el análisis que se hace en conjunto con el profesor ellos pueden hacer juicios críticos acerca de estos mensajes
• ¿Se posibilita el acercamiento a los contenidos en diferentes ocasiones y desde diversas perspectivas? ¿Se consideran diferentes maneras de abordar los textos? Si, por el tipo de texto que se analiza y los puntos que se piden.
• ¿Se guía la búsqueda de información o aspectos de la forma de los textos que resulten relevantes a los propósitos del proyecto?
Si, comienzan por algo simple pero que de ello depende todo, como la búsqueda de esos mensajes y ya posteriormente ir incrementando ese grado de análisis.
• ¿Se promueven estrategias de revisión de textos?
Si, al darse los puntos clave en los que se deben de centrar para abordar el texto.
• ¿Se proponen productos pertinentes o estrategias de difusión que trasciendan el aula?
Sí, todo lleva una secuencia que hace que al final se logra a la comprensión total del tema que se está abordando.

3. Más información sobre los proyectos didácticos
La actividad que se propone a continuación tiene como finalidad poner a su disposición más información sobre cómo elaborar proyectos.
3.1. Lean los textos de María Laura Galaburri, “La planificación de proyectos” y “La evaluación del proyecto diseñado”, que se incluyen en la Antología.
• Compartan la lectura e indiquen las ideas principales que les pueden servir para elaborar un proyecto o evaluar cuándo un proyecto didáctico es pertinente y está bien desarrollado.

La planificación de proyectos
Focalicemos la mirada en los aportes que definen a los proyectos. Desde ellos será posible establecer la reflexión que permita distinguir si resuelven los problemas señalados.
Un proyecto:
• Implica un conjunto de actividades diversas pero unidas por un hilo conductor: la resolución de un problema.
• Implica la elaboración de un producto tangible, por lo que hay que contemplar el tiempo que lleva el proceso de producción y las acciones necesarias para que éste sea posible.
• Permite coordinar los propósitos del docente con los de los alumnos, contribuyendo a preservar el sentido social de la lectura y la escritura y a dotarla de un sentido actual para los niños.
• Implica la condición de resolución compartida.
• Necesita planificación.
Analicemos esto con detenimiento.
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Un proyecto implica un conjunto de ACTIVIDADES
DIVERSAS pero unidas por un hilo conductor: la resolución de un problema.
Si releemos la experiencia llevada a cabo por
Magdalena, encontramos que el compromiso de los alumnos para con la escritura y el proyecto de producir una antología fue grande. El trabajo propuesto fue “interesante” para ellos.
El interés de los alumnos se pone en juego cuando la actividad les presenta un desafío que están en condiciones de enfrentar.
Una situación didáctica debe plantear problemas a los alumnos, es decir, debe plantear
“una situación para la cual los niños no poseen todos los conocimientos ni todas las estrategias necesarias para poder resolverlo íntegramente.
Su resolución genera la necesidad de coordinar
o resignificar conocimientos anteriores”
(M. Castedo, 1995).
Si la situación que se plantea permite a los alumnos resolverla en forma inmediata, quiere decir que no les ha presentado dificultad, un nuevo desafío, la posibilidad de poner en juego sus conocimientos para construir otros nuevos o de establecer nuevas relaciones entre los ya elaborados. Es decir, no plantea la posibilidad de aprendizaje.
Entonces, la idea de obstáculo es importante, porque implica que se hace necesario poner en juego los conocimientos anteriores adecuados para resolver el problema. Y en esta puesta en juego, los alumnos tienen la posibilidad de experimentar que dichos conocimientos, si bien son adecuados, no son suficientes. Se hace necesaria la construcción de un nuevo conocimiento o, como dijimos antes, de una nueva relación entre los conocimientos que se poseen.

Sólo hay un problema si el alumno puede comprenderlo, percibe una dificultad y prevé acciones tendientes a resolverlo.
 Es necesario que la situación le permita disponer de sus conocimientos anteriores, ya que si la dificultad es demasiado grande, queda desarmado frente a ella y lo desmoviliza. La dificultad debe ofrecer una resistencia suficiente como para llevar al alumno a hacer evolucionar los conocimientos anteriores, cuestionarlos, elaborar nuevos.
¿Cómo plantear problemas cuando el contenido sobre el cual se está trabajando es la lengua escrita? La respuesta es simple: usando la lengua escrita, leyendo y escribiendo.
Es un problema explorar un texto para buscar una información que se necesita cuando uno todavía no sabe leer un artículo que no ha sido escrito especialmente para niños sobre el tema del proyecto que se está desarrollando; es un problema descubrir las características del estilo de un escritor cuando se trata de escribir “a la manera de” ese autor; es un problema escribir una noticia o un cuento de ciencia ficción respetando las características del tipo de texto en cuestión... (Delia
Lerner, 1996).
Por otro lado, es conveniente que el problema sea rico y abierto (Delia Lerner, 1996), es decir, que permita a los alumnos tomar decisiones, elegir procedimientos o caminos diferentes.
¿Cuáles son las condiciones para que la propuesta de escribir cuentos de un subgénero particular constituya un problema para los alumnos?
Es primordial que hayan leído previamente el corpus de textos seleccionado por el docente para que la consigna de escribir un cuento de terror cobre sentido en el campo de conocimiento de los alumnos. No hará falta explicarles cuáles son las características textuales, ni cuál es el léxico, ni cuál es la organización de ese tipo de textos. El hecho de tener que escribir cuentos para la antología hará que ellos mismos se pregunten por estos aspectos y podrán recurrir a los libros leídos para realizar las consultas pertinentes mientras los estén escribiendo.

El trabajo no fue fácil para ellos, las diferentes versiones del cuento lo ponen en evidencia. Es importante poder interpretar las afirmaciones expresadas por los alumnos o sus producciones como una información de su estado de saber. Así, podremos comprobar, una vez más, que los conocimientos no se apilan uno sobre otro.
Un nuevo conocimiento cuestiona las concepciones del alumno originadas por el conocimiento anterior…
Y debe cuestionarlas... para que sea posible la reconstrucción.
Un proyecto implica la elaboración de un producto tangible, por lo que hay que contemplar el tiempo que lleva el proceso de producción y las acciones necesarias para que éste sea posible.

Un proyecto implica la elaboración de un producto tangible para los alumnos: la escritura de una carta de lectores para el periódico de la zona, la producción de un casete de poemas, la producción de fascículos sobre temas de ciencias naturales o sociales, la antología de cuentos...
Esto supone la previsión de las acciones que será necesario realizar para concretarlo y del tiempo que será necesario dedicar o del que se puede disponer.
Así, podremos diseñar proyectos a corto plazo –podrán durar pocos días, por ejemplo, escribir una carta de lectores sobre un tema que ha surgido como emergente en el barrio de la escuela–, a mediano o a largo plazo –producir una antología de cuentos puede llevar varios meses de trabajo–.
Al tratarse de un proyecto a mediano plazo,
Magdalena podía compartir la planificación de la tarea con sus alumnos: acordar tiempos, formas de trabajo, ajustar pautas necesarias par  hacer efectiva la producción de la antología.
Es por ello que es necesario anticipar la secuencia de situaciones que propondremos a nuestros alumnos. Esta secuencia no es un listado de actividades inconexas e intercambiables.
Se constituye en un plan de acción, un plan de trabajo. Una vez anticipada la secuencia se diseñarán las situaciones didácticas para constituir en el aula las condiciones didácticas que resguarden las prácticas de lectura y de escritura.
Un proyecto permite coordinar los propósitos del docente con los de los alumnos contribuyendo a preservar el sentido social de la lectura y la escritura y a dotarlas de un sentido actual para los niños.
El propósito de Magdalena es claro y tiene la suficiente complejidad como para pensar en largos plazos y en la posibilidad de que los alumnos se enfrenten en otra ocasión con la escritura de cuentos.
El problema didáctico es cómo hacer para que este objeto de enseñanza –la escritura de cuentos de terror– se transforme en objeto de aprendizaje para los alumnos. Para que esto ocurra ellos tienen que poder otorgar sentido a la escritura y a la lectura que pretendemos enseñarles. Escribir cuentos para una antología otorga sentido en el aquí y ahora de los alumnos. Acordar los tiempos de trabajo, la manera de editar el libro, hace que cobre sentido la propuesta de escritura. Comprobar que sus textos “no dan miedo” hace necesario para ellos leer como escritores y elaborar nuevos conocimientos sobre los recursos literarios que permiten generar suspenso.
Con esto no se pretende afirmar que toda propuesta de escritura tiene que finalizar en una publicación. El tomar la práctica social de escritura como referencia permitirá desplegar las diferentes situaciones en las que pueda contextualizarse.
Un proyecto implica la condición de resolución compartida.
Es así como este compromiso constante, generado durante la escritura, hace posible que los que participan de un proyecto colectivo colaboren en las tareas a realizar. Si bien la escritura de los cuentos era grupal, todos formaban parte de esa comunidad de lectores y escritores que los estaban gestando. Cada grupo tenía sus responsabilidades frente a la tarea colectiva, cada miembro tenía sus responsabilidades frente a su grupo. La crónica de la maestra y las producciones de los alumnos ponen en evidencia que los chicos son capaces de asumirlas.
Si todos, alumnos y docente, pueden sentirse partícipes de un proyecto colectivo que los compromete, se favorece la colaboración en la construcción de un campo de conocimientos que guíe la lectura presente en la revisión. Así, los problemas que los autores no pueden ver en sus textos, podrán ser visualizados por sus compañeros. Y, si ni los autores ni los compañeros pueden reparar en los problemas del texto, está el docente para deliberar y decidir si diseñará una situación para abordarlos con sus alumnos –como lo hizo Magdalena– o los postergará para otra oportunidad.
Un proyecto necesita planificación.
Planificar es tomar decisiones para que las condiciones didácticas creadas posibiliten leer y escribir en la escuela y sostener el proceso didáctico que hemos elegido. Además, permite mantener la continuidad entre las diferentes propuestas y asegurar la diversidad en las prácticas de lectura y escritura que se enseñen en las situaciones comunicativas que las generen.
Habrá que decidir:
• Cuál es la práctica social de escritura que se toma como referencia y se pretende enseñar.
• Qué condiciones de las que generan esa práctica social vamos a reproducir dentro del aula.
• Cuál es la situación comunicativa que hace que el texto a escribir sea el adecuado.
• Qué grado de formalidad tendrán esos textos según la situación en la que se generen.
• Cuál será el problema que dirija la acción del proyecto.
• El corpus de textos que se leerá o consultará.
• La conveniencia o no de la escritura o la lectura por parte del docente.
• El plan de acción o secuencia de actividades.
• En qué momentos será conveniente la escritura o lectura en pequeños grupos, colectiva o individual.
• Qué contenidos podrían convertirse en objeto de reflexión.
• Cómo va a intervenir el docente.

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